El peluquero y escritor sorteó 10 libros entre los alumnos.
Ramiro Fernández, como el último romántico de la peluquería masculina en España, estuvo rodeado de gente joven para ofrecer sus conocimientos tanto en deporte como en peluquería a los alumnos del Centro Río Duero. El peluquero de la Selección Española, que presentó su último libro a los alumnos y estuvo acompañado por Francisco Javier Martín del Burgo, presidente del Consejo Asesor y Científico de la Universidad Isabel I y José Antonio Gaite, gerente de la Fundación Universidad Isabel I. El escritor destacó que la recaudación íntegra de sus libros se destina a fines benéficos.
Ramiro obsequió 10 libros entre los jóvenes del centro a través de un sorteo. A sus 79 años recordó sus orígenes humildes en la mina asturiana, donde arranca el primer capítulo de su libro. Trabajó “como un león”, siendo trabajador, honrado y honesto. El peluquero señaló que sigue con la ilusión del primer día, y “aunque es difícil llegar, lo más complicado es mantenerse. Es necesario realizar un esfuerzo constante, siendo uno de los profesionales más galardonados de España, pero cada día, es como una nueva página en blanco que se debe ir cubriendo”, explicó al público adolescente del Centro.
“Junto con mis tijeras también utilicé el bolígrafo para describir mis vivencias como profesional en la Selección Española. Soy un afortunado y tengo varios motivos para ellos: porque siempre he oído que cada español tenemos un seleccionador dentro. He vivido muy cerca de ellos
De izquierda a derecha: José Antonio Gaite, Ramiro Fernández y Francisco Javier Martín del Burgo.
Casi por casualidad se le concedió en 1992 ser uno de los integrantes de la Selección Española, acompañando al equipo en viajes y concentraciones y compartiendo victorias y derrotas. Entre las derrotas, la eliminación en el Mundial de Corea, “donde en el vestuario vi llorar a Morientes, a Raúl, con rabia y disgusto, por la decisión arbitral que eliminó a España de este mundial”, recordó Ramiro Fernández. Y las victorias, los siete minutos de oro con el gol de Iniesta en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica que permitieron convertirse a España en campeona del mundo de fútbol.
Ramiro, que durante 28 años ha sido el peluquero de la Selección Nacional de Fútbol, se obligó a sí mismo a estar actualizado, “a estar al día de las modas y productos, porque, quien cuida su imagen demuestra creer en sí mismo. Cuanto más se abandona uno, más le abandonan los demás. Y el cabello es vehículo de seducción y comunicación”, explicó. Las ideas profesionales de la imagen me han guiado en la psicoestética, “porque el fútbol es mucho más que la mera imagen, y la estética del jugador es clave al inicio del partido, igual que su vestimenta. El reglamento prohíbe lucir anillos, pulseras y collares, pero cada uno se busca su propia estética“, comentó con una sonrisa, pensando el los looks de algunos de los jugadores en estas casi tres décadas.
Los alumnos alrededor del escritor para la firma de libros.
El libro reúne vivencias, recuerdos, “historias que viví in situ, y las cuento con rigor, seriedad y sin frivolizar“, con la intención de que muchos aficionados conozcan, de primera mano, los momentos que se compartieron durante estos años. Aunque sean recuerdos personales “pueden ayudar a entender a una selección que nos llena de orgullo”, matizó.
Ramiro recordó que tiene 232 camisetas obsequiadas por los jugadores. Creo que algún día podrán servir para algún fin social, para ayudar a los niños. Son momentos inolvidables de toda una vida.
El peluquero destacó cómo dedica en su libro algunos capítulos a varios jugadores de la selección, pero también a los jugadores de fútbol base. “Jamás dejaré en el olvido mi gratitud por permitirme estar y desarrollar mi profesión en medio de una juventud que tiene el esfuerzo como instrumento y el éxito como meta”, dijo.
“Ahora en la Selección llegó el momento de dar un paso a un lado, y lo haré en silencio, con humildad y eterna gratitud. No me retiro, seguiré en mi salón, aunque ahora toque dosificarla y continuaré estudiando y formándome, porque es vital, la salud, para afrontar los cambios a los que me enfrento cada día. No estoy anclado en el pasado, procuro disfrutar del presente y renovarme constantemente para estar al tanto de una sociedad cambiante y actualizada“, concluyó Ramiro Fernández.
